Las estrategias orientadas hacia la persona, son las

que se enfocan en los pobres como las personas

mejor capacitadas para cambiar su propia situación.

Es necesario conocer directamente a los pobres,

escucharlos, pedirles su consejo y considerar su

dignidad de hijos de Dios.

El amor a los demás no es efectivo si no se

modifican las causas estructurales de la pobreza.

Por lo tanto, estas estrategias también promueven la

cooperación de las instituciones, lo cual requieren

solidaridad entre las comunidades de pobres. San

Vicente comprendió esto y usó su infiuencia en los tribunales franceses.