Políticas justas, estrategias de cambio y trabajo en

redes lograron que este proyecto vicentino resulte

autosustentable.

Los esfuerzos, la planificación, las evaluaciones constantes y la creatividad fueron

las claves del éxito. La

participación de los

beneficiarios permitió

que los pobres mismos

fueran el instrumento

para cambiar su propia

realidad.