Mientra trabajaba en Sniatyn, Sor Marta Anna Wiecka supo que a un trabajador del Hospital, que era un padre de familia joven, le habían encargado la desinfección de una habitación de un enfermo de fiebre tifoidea muy contagiosa. Ella se ofreció voluntaria para reeemplazar al joven trabajador y consiguientemene contrajo la enfermedad.